martes, 3 de abril de 2012



El jueves 15 nos fuimos congregando, desde nuestras comunidades locales. Como siempre con la alegría de reencontrarnos en la Casa  Madre, con nuestras hermanas.
La Asamblea estaba prevista para los días viernes 16, sábado 17 y medio día del  domingo 18 de marzo de 2012.

Llegamos con expectativas, sin tener muy claro cómo iba a ser nuestra participación.
El viernes por la mañana, enseguida de la oración de comienzo, las hermanas del Equipo de Animación Regional y el Padre Daniel  que nos acompañó y dirigió los pasos del encuentro, se esmeraron para que tuviéramos muy claros los objetivos de la Asamblea.

La metodología resultó buenísima, ya que se sucedieron amplios momentos de reflexión personal, posibilidad de compartir en pequeños grupos y discernimientos de la Asamblea toda, sobre todo cuando pudimos profundizar en las características de la personalidad y conductas de nuestra Madre Antonia.

Así, paso a paso con prolija profundidad fuimos gestando la posibilidad de interiorizar nuestros roles y funciones en  la vida consagrada antoniana, valorar el intenso y variado trabajo que, dentro de nuestra misión, realizan las hermanas y laicos antonianos en los lugares geográficos donde se hallan nuestra comunidades.  Y valorar nuestra ubicación, “nuestro lugar en el mundo”

¡Qué bueno que pudimos, sinceramente y responder a las preguntas: ¿Cómo me siento? ¿En qué etapa estoy? ¿Qué me hace feliz? ¿Qué necesito?
 Y, en función de eso ¿En qué lugar me veo? ¿Por qué y para qué?

Hermosos y motivadores testimonios de vida y compromiso, pudimos apreciar al compás de lo dicho.

Sólo queda capitalizar tan rica experiencia y agradecer a todas (especialmente a la comunidad de Casa Madre) y al Padre Daniel la preparación y realización de la Asamblea. Como así también al Espíritu Santo y a la Madre Antonia por su siempre presencia evidente.

Hermana Gladys Pelosa.